lunes, 3 de marzo de 2008

ESCOCIA




Como tenía una semana vacaciones en el college, yo y mi mochila nos fuimos a Escocia. Me moría por ver la espada de William Wallace y conocer Edimburgo y descubrir por mi misma las maravillas que Nuria me contaba sobre esa ciudad.
Primero de todo estuve dos días en Londres, para verlo en condiciones. Hice una visita al Museo Británico y también asistí al musical de Queen que resultó absolutamente espectacular. Visité el mercado de Candem y flipé (muchísimas gracias Ana!!!) y tomé algunas cervezas en algunos locales del metal (por fín!)
Luego tuve que soportar 9 horas de autobús para llegar a Edimburgo, pero mereció la pena. Edimburgo es una ciudad alucinante, es como si estuvieras en otro siglo, dentro de un cuento... Y la gente que conocí fue muy amable, muy empática y hospitalaria. Además, hay tours gratis por la ciudad, chicos y chicas que están estudiando turismo se ofrecen para llevarte a los sitios más importantes narrándote historias y un sinfín de datos interesantes.
Y por fín llegué a Stirling, a quedarme boquiabierta ante la fabulosa torre que alberga el monumento a William Wallace. Tan siniestra, tan espectacular y, dentro, aquella espada histórica.
No puedo describir como quisiera lo emocionante que fue para mi estar en Escocia y lo contenta que estoy por haber tomado la decisión de haber hecho este viaje. Además he practicado muchísimo inglés y esto seguro que me viene de fábula para el examen de la semana que viene.
Así que aqui estoy, de vuelta en Chichester, con las pilas cargadas y un poco más animada después de la aventurilla escocesa, y el no haber podido subir a ver a Nessy, lo aprovecharé como excusa para volver en otra ocasión.
DRAVEN

1 comentario:

Anónimo dijo...
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