viernes, 17 de abril de 2009

NOSTALGIA

Echo de menos el mar. Lo echo mucho de menos. El mar y mi trabajo. Y a Marcela. Echo de menos mi vida en la isla, tener dinero y poder gastarlo. Ir al Powerhouse o meter la cabeza bajo el agua y abrir los ojos. Conducir hasta los hervideros y fumarme allí un cigarrito viendo romper las olas incesantes. Saber que estoy de paso sin tener que preocuparme por nada ni por nadie. Allí sólo era una más que se había ido al culo del mundo para ganarse la vida. Aquí soy un bicho raro errante que demasiadas veces se tiene que justificar.
 
No cambiaría absolutamente nada de lo que estoy haciendo ni de lo que tengo ahora por volver a aquella maldita isla. Pero no puedo ignorar lo mucho que la echo de menos....

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